A medida que los primeros robots humanoides han comenzado a desplegarse en diferentes sectores, un estudio reciente de Bank of America prevé una expansión espectacular del mercado. Sus analistas estiman que las ventas anuales mundiales de estas IA encarnadas alcanzarán 1 millón de unidades para 2030, con una proyección de 3 mil millones de robots en servicio para 2060, la mayoría en los hogares.
Es en el contexto de la competencia sino-estadounidense que el desarrollo de estos robots aumentados con IA se acelerará. China, a la vanguardia en el despliegue de robots de servicio en aeropuertos, hoteles, centros comerciales y restaurantes, apuesta desde 2023 por una producción en masa, con la intención de convertirse en el líder mundial en este campo, una ambición reiterada recientemente durante el Consejo de Ministros.
 Boston DynamicsAgility Robotics y Tesla dominan el mercado estadounidense.  Atlas, el robot humanoide del primero, está en fase de pruebas en las fábricas de Hyundai Motor Group, Digit, el de Agility, es desplegado por Amazon para tareas logísticas. Tesla, por su parte, presentó en octubre pasado la tercera versión de Optimus que prueba en sus propias fábricas, previendo el inicio de la producción en masa en 2026. (Cabe destacar que Aldebaran, emblemático pionero de origen francés de la robótica humanoide, se encuentra en una situación extremadamente difícil, buscando un comprador).
Según los analistas de Bank of America, este crecimiento fulgurante será favorecido por una disminución significativa de los costos de producción, pasando de 35,000 dólares por unidad en 2025 a aproximadamente 17,000 dólares para 2030. Un costo que se acercará al del modelo G1 (16,000 dólares) presentado por el chino Unitree en el CES 2025.
Estiman que el 65 % de estos robots polivalentes serán utilizados en entornos domésticos, el 32 % en el sector de servicios, y el 3 % en la industria. Esta repartición muestra un cambio en los usos hacia funciones de asistencia personal y automatización de tareas cotidianas, en lugar de hacia la industria manufacturera, tradicionalmente dominada por robots no humanoides utilizados para tareas específicas.

Los motores de esta aceleración

Entre los factores clave de esta adopción masiva, se destacan varias tendencias tecnológicas y sociales:
  • La IA y el aprendizaje automático: los avances en visión por computadora, reconocimiento de voz y capacidades de adaptación permiten a los humanoides insertarse en interacciones complejas;
  • La miniaturización y la reducción de costos de los componentes: la accesibilidad de sensores avanzados y materiales robóticos reduce el precio de fabricación;
  • El envejecimiento de la población y la escasez de mano de obra: muchos países, al igual que Japón, anticipan una creciente necesidad de asistencia para personas mayores y automatización en sectores en tensión.
Los analistas destacan particularmente las inversiones masivas de Tesla, Met y Nvidia en este sector. OpenAI, por su parte, es uno de los primeros en haber invertido en Physical Intelligence, una joven start-up con sede en San Francisco que desarrolla un modelo de IA polivalente, capaz de pilotar diversos robots y dispositivos físicos para múltiples aplicaciones. También colaboró hasta febrero pasado con Figure AI, una empresa especializada en robots humanoides.
La integración a gran escala de los robots humanoides podría remodelar el mundo laboral. Podría ser una solución a los déficits de mano de obra pero también plantea interrogantes sobre el riesgo de desplazamientos masivos de empleos. Esta adopción masiva plantea la cuestión de su integración ética y social. ¿Y usted, estaría dispuesto a convivir con un robot humanoide?